sábado, 27 de junio de 2020

Keith


Estoy escuchando tu disco, Keith. Uno que se llama The Melody at Night With You. Me lo pasó el Negro. Mi Negro. El que ama la música tanto como yo. El que agradece que lo haya salvado (y que lo salve), igual que a mí. Y pienso, ¿qué pasaría por tu cabeza mientras tocabas? Él me contó que lo grabaste después de una gran depresión y mucho tiempo sin tocar. Un encierro. Tu propio lockdown.

Si partiendo desde un lugar tan solitario y oscuro pudiste crear tal belleza, quién sabe: a lo mejor –aunque sin tu inmenso talento– podríamos imitarte. Crear luz desde la tristeza, encontrar sol donde pareciera que no queda. Yo creo en Dios, en un Dios que está en las cosas que me conmueven. Como tu música.

Hoy querría creer en que vamos hacia algo mejor. Se me hace difícil, sin embargo. La vida está siendo muy dura con algunos a los que amo. Por eso te escucho, por eso te creo. Vos sos mi Dios hoy.

Gracias, Keith.