domingo, 16 de noviembre de 2014

¿Te detuviste a observar a los árboles?


Insisto con que entornando los ojos ves mejor. Y con mi teoría de que es por eso que los orientales suelen ser más sabios que los occidentales. Será un tema de enfoque, de selección. El color no tiene nada que ver, porque aunque el amarillo tenga la fama del sol, eso no quiere decir nada. Porque el sol está aunque no lo veamos, es cierto. Pero si no está, no está.

(Si no estás, no estás.)

Con ojos rasgados o con ojos enormes, creer para ver. Si no creés en nada, en nadie... ¿qué pretendés? No esperes tanto del sol: solo no puede.

Hay tanto enojado crónico. Tanto quejoso serial... Uf. Y yo que me pongo contenta porque hoy pisé el pasto por un par de horas. Y me sumergí. Y había sol, agua, árboles, amigos, bebés... Mate, palmeritas y pan de queso. Yo creo y veo. La felicidad dura un instante que se extiende por siglos. A veces me siento muy afortunada.

(Si no querés, no querés.)

El color rojo me ayuda a creer. Por eso siempre lo tengo a mano. Tal vez me sirva para recordar que existe la sangre, que sin ella no viviría y que vivir me hace feliz aunque a veces me duela. Masoquismo del ser, ponele.

Estoy practicando el no resentir. Soltar lo doloroso y dejar que me atraviese. Me vuelvo transparente y ya no duele más. ¿Y si mañana tengo un poco más de tiempo? El tiempo, a veces, cura.

(¡Hay mar cerca!)

No quiero entender nada más. Basta de esforzarte por saber. El tic-tac es tic-tac. Recién dijo Mollo: "El único paso que importa es el próximo" o algo así. No mires tan allá.

Tantos años pensando. Ahora me toca des-pensar.

Agua por dentro. Agua por fuera. Es coherente que a veces me sienta isla. Despeinada, como una palmera. Con tos de garganta con arena. Pero si soy isla no quiero llamarme "Santa". No. Pónganme... Mmmm... Como quieran. "Santa", no.

Y volviendo al sol, y a que siempre está: que esté no significa que lo veas. Si los anteojos son demasiado oscuros, te lo perdés. Si son muy claros, te encandila. Fijate. Es un tema de equilibrio, como casi todo.

Es importante que veas bien. Muy importante. ¿Te detuviste a observar a los árboles? Hacelo, sobre todo cuando sopla un viento suave y el sol se filtra intermitente entre las hojas. Brillan. Susurran. Cantan. Protegen. Abrazan sin brazos.

El verde es un buen color para dejar de pensar.