Estuve pensando hace un rato en que las postdatas ya no existen. El WhatsApp no las necesita... Mucho menos el Facebook o el Twitter. Ni hablar de Instagram. Y se me habían ocurrido algunos cuestionamientos mucho más interesantes, pero después me tomé una sopa de verduras con arroz y me olvidé... Ah, sí: quería que supieras que... ¿Qué? Que me encanta la sopa de verduras con arroz, siempre y cuando haya queso.
Mi vecina de arriba parece livianita. Pero pisa cual elefante. Me temo que cuando entra a su departamento se transforma en una especie de alien. Un alien que se ducha, eso sí. Y de cuando en cuando hace el amor. Bah, no sé si es amor o solo sexo. Y además, no me importa.
No entendés mis incongruencias. Me alegro. Eso me hace sentir viva y entusiasta: me falta madurar. Madurar. La primera acepción que da el Diccionario de la Real Academia Española a esta palabra es "dar sazón a los frutos". Bien. Yo soy "sosa", sin sazón, inmadura. Sosa Con Sal es un intento de madurar, ¿entendés? Pero solo un intento. Otra acepción a la palabra "madurar" es "adquirir pleno desarrollo físico e intelectual"... Eso es imposible. Soy Sosa.
P.D.: Con sal.