domingo, 23 de enero de 2022

¿Creés?

Días de examen. Tema 1, tema 2. Momento de contraste. ¿Sos saraza o sos posta? ¿A ver? ¿Creés en lo que decís? Qué alivio: sí, creés. 


Agarrá el rastrillo. Desmalezá. Esta es la oportunidad. Separá el trigo. Disfrutalo. Descartá lo que no sirve. Ahora. Es ahora. 


Pediste entusiasmo. Llegó. Rara manera. Vasca manera. Frente en alto. Buena energía. Atravesar. Drama, no: para eso está Netflix. 


¿Ves el sol? Sí. Siempre lo ves. Vos sabés que sí. 

viernes, 7 de enero de 2022

Claroscuro

No pensar. Sí crear. Crear colores, olores. Crear mares. Mares de cielo. Cielos de mar. Donde se une el cielo con el mar, ahí me encuentro. Siempre. No importa en qué playa. No importa si es playa. El mar es un estado de ánimo. El estado en el que no pienso. No mido. No miedo. Floto. 


Nada que ver con el romanticismo. Tampoco con la autoayuda. Es adentro. Muy adentro. A veces, muy oscuro. Terrorífico. ¿Terror viene de tierra? Tal vez. Iba a buscar en el diccionario. Ahora, no. 


Bien oscuro se torna claro. Y brilla. A veces. 

sábado, 1 de enero de 2022

Hoy


22, el loco. Loco un poco. Aire. Sopla aire fresco hoy, en el primer día de este año loco. ¿Loco? Sí, loco. Un poco. 


Pedí entusiasmo hace rato. Bajé al miedo y llegó. De eso hablan los U2 y sus “misterious ways”… No recuerdo en qué canción. Está en Google. No, no lo voy a buscar por vos. Ya no. 


A ver si puedo transitar por caminos desconocidos. Menos ripio, más agua. Sí, nadar. O flotar. Y ver adónde llego. Sin planes: en un planeador. ¿Y por qué se llama planeador si depende del viento? Qué curioso, ¿no?


Te deseo entusiasmo, curiosidad, vida. Menos peinados, más carcajadas. El bótox no te devolverá la sonrisa, creo. Un espíritu renovado, tal vez. Pero, ¿qué sé yo?


Que la incertidumbre nos devuelva el entusiasmo del día de hoy. Del cielo nublado de hoy. Del viento fresco de hoy. Del pan dulce que quedó de ayer y te espera en tu merienda de hoy. 


Es hoy. 

¡Feliz Loco Año Nuevo!


jueves, 31 de diciembre de 2020

Caminata Lunar

2020 me dejó sin palabras. O me llenó de palabras nuevas. No, no me refiero a barbijo, desinfectar, distanciamiento. Tampoco a I Me Mine. En verdad no se trata de palabras, se trata de sensaciones. ¿Te acordás de la caminata lunar que había en los parques de diversiones cuando éramos chicos? Bueno, eso: caminata lunar. Equilibrio-desequilibrio, encerrada pero abierta, temerosa y consciente, tensa pero despojada, consciente pero soltando. Todo eso, nada de eso. Observando: simple, fácil y no tanto.

Deseo sin cliché. Feliz para adentro y a veces: desconfío del amor que se exhibe en Internet. Pero eso me pasa a mí: I Me Mine. 

Ojalá que el 2020, con su bestialidad, nos haya dejado algo nuevo, útil, necesario. Que 2021 nos traiga más empatía y aceptación, menos soberbia y mucha mucha salud, amor y paz. 

Que quieras, que puedas, que sepas cómo. ¡Feliz Año Nuevo!

sábado, 27 de junio de 2020

Keith


Estoy escuchando tu disco, Keith. Uno que se llama The Melody at Night With You. Me lo pasó el Negro. Mi Negro. El que ama la música tanto como yo. El que agradece que lo haya salvado (y que lo salve), igual que a mí. Y pienso, ¿qué pasaría por tu cabeza mientras tocabas? Él me contó que lo grabaste después de una gran depresión y mucho tiempo sin tocar. Un encierro. Tu propio lockdown.

Si partiendo desde un lugar tan solitario y oscuro pudiste crear tal belleza, quién sabe: a lo mejor –aunque sin tu inmenso talento– podríamos imitarte. Crear luz desde la tristeza, encontrar sol donde pareciera que no queda. Yo creo en Dios, en un Dios que está en las cosas que me conmueven. Como tu música.

Hoy querría creer en que vamos hacia algo mejor. Se me hace difícil, sin embargo. La vida está siendo muy dura con algunos a los que amo. Por eso te escucho, por eso te creo. Vos sos mi Dios hoy.

Gracias, Keith.

domingo, 3 de mayo de 2020

Gris


De fondo suenan The Doors. Algún vecino o alguna vecina melancólic@, como yo. No, no son mis favoritos. Pero me recuerdan un viaje por Europa, mochila enorme en la espalda, a mis 23. Tenía un walkman prestado y tres cassettes. Los escuché continuamente durante dos meses: The Doors, David Bowie y The Cure. No sé por qué no llevaba nada de los Beatles. Como todo en mi vida, los procesos son largos y los descubrimientos imprescindibles llegan y se quedan definitivamente en mí unos años después que para la mayoría. Pero eso es algo muy personal, no sé a quién podría interesarle saberlo. No soy tan importante.

No soy tan importante. No somos tan importantes. Yo creo que este bicho llegó para mostrarnos eso. A la fuerza. Y si insistís en sobrevolar la superficie... no me meto, es tu manera. Pero en algún momento, vas a tener que bucear. Bah, hacé lo que quieras. Pero no, no sos tan importante. Un bicho que ni ves ni controlás anda por todos lados, amenazante. Como dicen los U2: "on your knees, boy".

(Claro: el vecino o la vecina me puso un tema de los Beatles –les saco el "the" porque me son tan, tan, tan familiares que necesito traducirlos un poco, hacerlos míos, hacerlos nuestros–). Si prestás atención, siempre encontrás respuestas, respuestas parciales, obviamente. Nadie sabe todo. Por suerte.

Y ahora, se nubló. Porque puede ser que aunque no lo veamos el sol siempre esté. Pero cuando se nubla, se nubla. Y está bien. Desconfío de los felices eternos, desconfío de los amores de Internet, creo que si no conocés la desdicha no podés conocer la felicidad. Eso de blanco y negro, frío y caliente, arriba y abajo, ser o no ser... No es depresión, no es acidez, no es bajón: ser o no ser.

Hay algunas certezas, eso sí: la lavandina desinfecta, si te salpica, destiñe y si te pasás de rosca, te intoxicás. Ningún exceso es bueno. ¿Todo o nada? El equilibrio es gris.

Se terminó la música. Filosofía barata y zapatos de goma.

Eso.

miércoles, 1 de enero de 2020

Dorado y Flores

Año 20. 2020. No es capicúa, pero... es la primera vez que viviremos un año “duplicado”: en 1919 la mayoría no estábamos por acá... ¿Algún/a abuel@ de 100, 101 que nos diga cómo es? 
Que se duplique la paz. Que se duplique el amor. Que se duplique la salud. Que se duplique el trabajo. También los niños felices. Y la comida para los que la necesiten. Que se dupliquen la solidaridad y la empatía. Que vestirse de blanco para recibir al nuevo año sea una señal real de pureza en los corazones. Yo me vestí de dorado y flores. El dorado para que me ilumine el corazón y las ideas, y las flores porque me alegran la vida. Cada uno elige quién quiere ser. ¡Que elijas bien! 

¡Feliz 2020 para tod@s!