domingo, 3 de mayo de 2020

Gris


De fondo suenan The Doors. Algún vecino o alguna vecina melancólic@, como yo. No, no son mis favoritos. Pero me recuerdan un viaje por Europa, mochila enorme en la espalda, a mis 23. Tenía un walkman prestado y tres cassettes. Los escuché continuamente durante dos meses: The Doors, David Bowie y The Cure. No sé por qué no llevaba nada de los Beatles. Como todo en mi vida, los procesos son largos y los descubrimientos imprescindibles llegan y se quedan definitivamente en mí unos años después que para la mayoría. Pero eso es algo muy personal, no sé a quién podría interesarle saberlo. No soy tan importante.

No soy tan importante. No somos tan importantes. Yo creo que este bicho llegó para mostrarnos eso. A la fuerza. Y si insistís en sobrevolar la superficie... no me meto, es tu manera. Pero en algún momento, vas a tener que bucear. Bah, hacé lo que quieras. Pero no, no sos tan importante. Un bicho que ni ves ni controlás anda por todos lados, amenazante. Como dicen los U2: "on your knees, boy".

(Claro: el vecino o la vecina me puso un tema de los Beatles –les saco el "the" porque me son tan, tan, tan familiares que necesito traducirlos un poco, hacerlos míos, hacerlos nuestros–). Si prestás atención, siempre encontrás respuestas, respuestas parciales, obviamente. Nadie sabe todo. Por suerte.

Y ahora, se nubló. Porque puede ser que aunque no lo veamos el sol siempre esté. Pero cuando se nubla, se nubla. Y está bien. Desconfío de los felices eternos, desconfío de los amores de Internet, creo que si no conocés la desdicha no podés conocer la felicidad. Eso de blanco y negro, frío y caliente, arriba y abajo, ser o no ser... No es depresión, no es acidez, no es bajón: ser o no ser.

Hay algunas certezas, eso sí: la lavandina desinfecta, si te salpica, destiñe y si te pasás de rosca, te intoxicás. Ningún exceso es bueno. ¿Todo o nada? El equilibrio es gris.

Se terminó la música. Filosofía barata y zapatos de goma.

Eso.