Me cuesta escribir. Las palabras dejaron de fluir. Pero volverán, como el sol. Como tu sonrisa en mi mente y en mi alma.
Entiendo las partidas, no la crueldad. Y cuando no entiendo, pienso música. Pienso en qué es lo que le da sentido a todo. Para qué sirve vivir. También busco y encuentro colores. Mirar colores me da alegría. Que me prepares un mate a la mañana, también. Que me cuides, me esperes y me quieras, mucho más.
Y no para. No importa. Dormiré pensando músicas. Esas que guardo en el corazón y que acompañan tu recuerdo. Tu recuerdo no es recuerdo. Es un sentimiento nuevo que no sé explicar. Una presencia concreta pero sin abrazo: acá estás.
Te fuiste y me dejaste un amor a mano.
Te quiero.
(Y a vos también.)