Soy feliz en el verano, sobre todo si estoy en la playa, o en la sierra, o en el balcón de mi casa. Tengo un malvón y un jazmín, una pizca de naturaleza en medio de esta esquina urbana de Almagro / Caballito (los vecinos dicen Caballito, pero el mapa dice Almagro). También se ven cúpulas, y palmeras, y cielo: una mezcla de Italia con Miami y Dios. Buena descripción para Buenos Aires, ¿no?
Pero volviendo a mi habitual alegría estival, ¿será que aterricé en diciembre? ¿Será que –según cuenta mi mamá– me fabricaron en Mar del Plata? Fin de semana romántico en el departamento del tío Bebe, una especie de Isidoro Cañones que luego fue mi padrino. Se hacía llamar "doctor" y tenía una maestría en timba... Un personaje.
Soy feliz en general, a decir verdad. Y cuando me siento infeliz, trato de que me dure poco. Para eso, existe la alegría instantánea: Michael Jackson, por ejemplo. Lo primero que compré cuando alquilé este departamento, a fines del año pasado y después de una temporada difícil fue "Thriller". Probá: no hay forma de evitar bailar con ese disco.
¿Querés mi receta de alegría instantánea? Anotá:
Michael Jackson
Queso rallado
Caminar o nadar
Chocolate para taza
Jugar con niños
Jamiroquai
Juntarse con amigos
Un buen show en vivo
...
...
Etc., etc., etc.
Quiero que sea verano, que haga calor y estar en la playa tomando mate...