lunes, 28 de octubre de 2013

Un velerito


En blanco. Me dejaste en blanco, amigo. Andando despacito. "Si no canto lo que siento..."... ¿Sabés que en estos días solo recuerdo los momentos en los que te tentabas de la risa? Y me das alegría en medio de esta tristeza... Y además escucho en algún susurro, por ahí, que de nada sirve parar. Claro. ¿Justo vos, topadora humana, "chabón tiburón"? Cuántas veces nos reímos juntos. Un rejunte de irónicos, ácidos como los caramelos Suchard... (que estaban envueltos con colores brillantes).

¿Hay 2x4 en el cielo? ¿Y las minusas? ¿Qué tal están? No seas tan severo, ¿eh? Dejáselas pasar. Todos sabemos que sos un paquete de amor, un poco enojado, muy vehemente... Alguien me dijo el otro día que parecíamos hermanos en una foto... Y sí: algo de eso hay.

Yo creo que en algún lugar nos vamos a encontrar. De verdad. Y no es un consuelo tonto. Es el amor que perdura.

Y ahora me subo a la escalerita y me tiro por el tobogán. Vientito en la cara y allá lejos, el mar. En el horizonte un velerito, chiquito, chiquito que avanza, de izquierda a derecha. Despacito. No lo pierdo de vista ni un segundo. Me puse los anteojos para verlo mejor. Por momentos parece que ya no está pero... ¡zas! ¡Ahí está! A lo mejor, si nado fuerte, lo alcanzo antes de que desaparezca. No: no va a desaparecer, porque el horizonte es infinito y el recuerdo que tengo de vos, también.

Voy a extrañar tu abrazo fuerte. Pero ya mismo lo declaro eterno, para que nunca me faltes.

Te quiero, amigo.

("Blue in Green").