lunes, 30 de enero de 2017

Bill


Había escrito un montón de pavadas y cuando busqué la foto de Bill Evans para ilustrar el texto, cambié todo. Así de inspirador es este hombre para mí, aunque no lo haya conocido personalmente: no hace falta, me dejó música para esta vida y todas las que vengan (si Dios quiere y eso existe). Y te juro que no es ningún cliché. Estoy harta de los clichés de todo tipo. Lo único en esta vida de lo que estoy segura es de que la música me conecta conmigo. Es lo único que me conecta conmigo, de hecho. Porque es ahí donde puedo apagar la mente y realmente fluir. Es ahí cuando nada me importa: solo agradecer.

Vos tenías esa misma certeza. Y así nos hicimos amigos. Y deseo creer que de eso se trata la eternidad. Entonces, seguiremos encontrándonos en miles de acordes, esos que te ponen la piel de gallina, te hacen un nudo en la garganta y te emocionan, te entusiasman, te permiten entender cuál es el sentido de existir.

Otra vez, gracias por la música, amigo.